En otoño de 2013, el Grupo Socialista
en la Asamblea de Madrid tomó como ariete un retraso en el programa de
mamografías preventivas. Nunca he negado, especialmente en temas de salud, la
voluntad de cualquier político de querer el mayor bienestar para sus ciudadanos.
Y no seré yo quien le niegue al PSM, en aquél momento, su legítimo interés por
ese asunto.
Pero eso es una cosa, y otra muy
diferente jugar con la salud y las preocupaciones de la gente por fines
políticos, otra muy diferente es arrojar sobre un gobierno posibles enfermedades
e incluso muertes. Es
cierto que el PSOE nos tiene acostumbrado a ello; lo han hecho con los desahucios,
con la violencia de género, y otros temas en los que reclaman unidad y apoyo
sin fisuras cuando están en el Gobierno y que usan torticeramente cuando están
en la oposición.
La escalada de aquél otoño fue vergonzosa. Se acusó al Gobierno de
la Comunidad de Madrid de "querer ahorra a costa de la vida la salud de las mujeres madrileñas". Se explicó que se habían realizado
73.300 y que el resto de las mujeres (unas
30.000) serían llamadas antes de que finalizara este año. Daba igual. Ellos a
lo suyo.
Incluso
llevaron el tema al Senado donde pidieron responsabilidades penales mientras
teníamos que aguantar sus afirmaciones sobre unas pruebas que no se iban a
realizar, que el Gobierno mentía y que el PP jugaba con la vida de los
madrileños.
Como
Diputado, junto al resto de compañeros, tuvimos que aguantar verdaderas
barbaridades, incluso alguna
que otra emotiva intervención, de quien decía hablar en nombre de “las
madrileñas”. Más allá de la explicación, poco podíamos hacer. Sólo el tiempo
diría quién tenía razón, si la inefable diputada que llevó la voz cantante de
este tema o el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Y el
tiempo llegó.
Con las
cifras en la mano ha quedado demostrado que, no
sólo se han citado a todas las mujeres que les correspondía en este año, si no
que se han hecho más mamografías que en años anteriores.
La
Comunidad de Madrid ha logrado todos los objetivos de Programa Regional para laDetección Precoz del Cáncer de Mama, citando antes del 31/12 a TODAS las mujeres que debían realizarse la prueba.
Se han realizado un total de 163.954 mamografías preventivas a las
madrileñas entre 50 y 69 años. Este dato supone un 8,3% más de mamografías de
cribado que en el año 2012, año en el que se realizaron un total de 151.370
mamografías preventivas.
Queda
demostrado por tanto que el
PSOE y su Secretario General, Tomás Gómez, mintieron cuando afirmaron la
Comunidad de Madrid iba a dejar a 30 mil mujeres sin mamografía preventiva en
2013.
Y mintió
especialmente la diputada del Partido Socialista, Maru Menéndez, cuando afirmó
que se iba a dejar a 30 mil mujeres sin mamografía y lo que es aún más ruin, que192 mujeres madrileñas con cáncer de mama no serían diagnosticadas por culpa deunos supuestos ahorros, con los que “íbamos a recortar la longevidad y la
esperanza de vida de los madrileños empezando por las
mujeres”.
Sin duda
esa Diputada es el más claro exponente del estilo de oposición que impregna
Tomás Gómez a su tarea, un estilo del que no le faltan alumnos aventajados en
su propio Grupo, enfrascado, más allá de disputas internas, en una deriva
radical mientras miran de reojo como IU crece a su costa.
Lo vivido
aquellas semanas de otoño fue una infamia, una más del estilo socialista que
cree que cualquier agitación institucional o callejera le puede dar votos. Por eso no quieren hablar de la legitimidad
de las urnas, por eso no quieren esperar al veredicto ciudadano, creen que la
calle es suya, que la razón es de su propiedad y se arrogan una
representatividad que nunca los madrileños les han dado.
Están
nerviosos, porque su alternativa no cuaja, porque les comen por la izquierda, o
porque están más pendientes de hacerle la cama a Rubalcaba. El caso es que
electoralmente me alegra que el Partido Socialista de Madrid ni esté ni se le
espere. Pero como ciudadano y al mismo tiempo representante de los madrileños,
me duele el nivel al que han caído.
¿Cuál
será la siguiente?