martes, 12 de abril de 2011

En defensa de los gastos electorales de los partidos en campaña (un artículo no partidista)

Ayer me desayunaba con uno de esos artículos facilones que tratan de enturbiar la imagen y la labor de los partidos políticos. El artículo hacía referencia a las subvenciones que recibirían PP y PSOE para las inminentes Elecciones Municipales y Autonómicas.

Creo que todo aquel que esté vinculado a un partido político, sea el que sea, estará de acuerdo en que cada euro invertido en campañas es una inversión en democracia. Pero de la lectura de dicho artículo, se podría pensar que los partidos usan ese dinero para dar “bonus” o “stock options” a sus empleados y dirigentes, cuando cada euro está fiscalizado por el Tribunal de Cuentas y, desde luego, nada se queda en el Partido.

Tras la última reforma de la LOREG, los partidos acordamos una importante reducción de los gatos electorales, así como la eliminación de la publicidad en precampaña. Fue una reforma importante, aunque se podía haber ido mucho más lejos. Pero no. Todos entendíamos que fomentar las campañas y los debates no sólo era una obligación constitucional, sino que disponer de toda la información política disponible era un derecho de los ciudadanos.

Quizá en este contexto de crisis se podía haber abogado por la eliminación de toda la publicidad institucional (salvo la que obliga la ley), o podíamos haber eliminado toda la publicidad de los partidos (cuñas de radio, faldones en prensa, banners en medios digitales…). Pero al final, como digo, los partidos creemos que cada euro invertido en campaña, es una inversión en democracia y, lo que es más importante, una salida económica para muchas pymes. Ese dinero, que algunos medios ponen en duda, va a carpinteros, electricistas, montadores que trabajan en los actos públicos, va a pequeñas y grandes imprentas para las que unas elecciones son una manera de salvar económicamente el año, va a profesionales de la publicidad que han visto como la crisis ha reducido su margen de negocio y, una parte muy importante va a esos propios medios que por un lado critican ese dinero y por otro llaman a los partidos pidiendo que insertemos más publicidad en el suyo que en otros. Curioso ¿no?

Decía el artículo de marras que La eficacia de los mensajes políticos difundidos a través de mítines, carteles y mailings, pese a su elevado coste para las arcas públicas, es más que dudosa. La inmensa mayoría de los expertos en consultoría política coincide en que los métodos tradicionales de propaganda electoral ya no sirven, y que las redes sociales -especialmente Twitter y Facebook- no sólo pueden tener más impacto sobre los electores, especialmente los jóvenes, sino que resultan mucho menos gravosas.

Estoy de acuerdo en que las campañas de hoy no se pueden entender sin los avances en las nuevas formas de comunicación, pero estos expertos parecen desconocer que en España la edad media censal es 50 años y que de los casi 35 millones de ciudadanos con derecho a voto, algo menos de la mitad acceden asiduamente a internet. También parecen desconocer que una carta, un mailing es la única ocasión en la que un partido puede ponerse en contacto directo con cada uno de los ciudadanos, SIN INTERMEDIARIOS, pero parece que eso no gusta.

En definitiva, creo que los partidos tenemos una gran parte de responsabilidad en la imagen que proyectamos, pero no es menos cierto que, para algunos medios es muy fácil criticar a los partidos políticos y tratar de deslegitimar su papel y sus acciones en un momento de crisis económico y desafección ciudadana, como si esa fuera la única manera de legitimarse ellos mismos tratando de representar la voz de la calle.

Este artículo no era el primero ni será el último que siga esta línea. Pero yo no pienso callarme y defenderé siempre el papel que los partidos (PP,PSOE o el que sea) juegan en nuestra democracia y su contribución a la salud de la misma.