jueves, 14 de marzo de 2013

Nos jugamos mucho


La anunciada huelga de Metro coincidiendo con la visita del Comité Olímpico Internacional para evaluar la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos es el penúltimo episodio de la irresponsabilidad sindical.
Los sindicatos son fundamentales en las relaciones laborales y el derecho de huelga un instrumento legítimo para sus negociaciones. Pero como todos los derechos tiene límites. Me refiero a los límites que quienes ostentan una representación pública deben autoimponerse. Hablo del sentido común y del interés general de nuestra comunidad. Por muy respetables que sean sus reivindicaciones, incluso mantener en plena crisis las mismas condiciones que tenían en épocas de bonanza, ninguna de ellas les legitima para afectar a los intereses generales de los madrileños.
Piensan que su acción presionará o perjudicará al Gobierno de la Comunidad. Se equivocan, como se equivocaron con la huelga del día de Reyes o la huelga de 2010 declarada ilegal por el Tribunal Supremo porque no respetaron los servicios mínimos y hubo que cerrar el Metro. Aunque haya grupos políticos que no quieren los Juegos, éstos deben quedar al margen de las luchas ideológicas. Ocho de cada diez madrileños están a favor.
Todos sabemos, también los sindicatos de Metro, que organizar esta cita será un revulsivo para nuestra Comunidad. Por eso, les pido que recapaciten. Los madrileños no entenderán que aquellos que dicen defender los derechos de los trabajadores pisoteen las ilusiones de esos otros que vislumbran en el sueño olímpico una oportunidad de futuro.
El olimpismo no está por encima de los derechos laborales. No. Pero un conflicto laboral tampoco puede convertirse en una amenaza en la carrera por alcanzar un sueño colectivo. Los sindicatos todavía están a tiempo de rectificar. Nos jugamos mucho.
Alfonso Serrano / Diputado del GPP en la Asamblea y miembro de la Comisión de Transportes e Infraestructuras. 
Artículo Publicado en LA RAZON el 13 de marzo de 2013