martes, 14 de enero de 2014

Crónica de una infamia

En otoño de 2013, el Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid tomó como ariete un retraso en el programa de mamografías preventivas. Nunca he negado, especialmente en temas de salud, la voluntad de cualquier político de querer el mayor bienestar para sus ciudadanos. Y no seré yo quien le niegue al PSM, en aquél momento, su legítimo interés por ese asunto.

Pero eso es una cosa, y otra muy diferente jugar con la salud y las preocupaciones de la gente por fines políticos, otra muy diferente es arrojar sobre un gobierno posibles enfermedades e incluso muertes. Es cierto que el PSOE nos tiene acostumbrado a ello; lo han hecho con los desahucios, con la violencia de género, y otros temas en los que reclaman unidad y apoyo sin fisuras cuando están en el Gobierno y que usan torticeramente cuando están en la oposición.

La escalada de aquél otoño fue vergonzosa. Se acusó al Gobierno de la Comunidad de Madrid de "querer ahorra a costa de la vida la salud de las mujeres madrileñas". Se explicó que se habían realizado 73.300 y que el resto de las mujeres  (unas 30.000) serían llamadas antes de que finalizara este año. Daba igual. Ellos a lo suyo.

Incluso llevaron el tema al Senado donde pidieron responsabilidades penales mientras teníamos que aguantar sus afirmaciones sobre unas pruebas que no se iban a realizar, que el Gobierno mentía y que el PP jugaba con la vida de los madrileños.

Como Diputado, junto al resto de compañeros, tuvimos que aguantar verdaderas barbaridades, incluso  alguna que otra emotiva intervención, de quien decía hablar en nombre de “las madrileñas”. Más allá de la explicación, poco podíamos hacer. Sólo el tiempo diría quién tenía razón, si la inefable diputada que llevó la voz cantante de este tema o el Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Y el tiempo llegó.

Con las cifras en la mano ha quedado demostrado que,  no sólo se han citado a todas las mujeres que les correspondía en este año, si no que se han hecho más mamografías que en años anteriores.


Se han realizado un total de 163.954 mamografías preventivas a las madrileñas entre 50 y 69 años. Este dato supone un 8,3% más de mamografías de cribado que en el año 2012, año en el que se realizaron un total de 151.370 mamografías preventivas.

Queda demostrado por tanto que el PSOE y su Secretario General, Tomás Gómez, mintieron cuando afirmaron la Comunidad de Madrid iba a dejar a 30 mil mujeres sin mamografía preventiva en 2013.

Y mintió especialmente la diputada del Partido Socialista, Maru Menéndez, cuando afirmó que se iba a dejar a 30 mil mujeres sin mamografía y lo que es aún más ruin, que192 mujeres madrileñas con cáncer de mama no serían diagnosticadas por culpa deunos supuestos ahorros, con los que “íbamos a recortar la longevidad y la esperanza de vida de los madrileños empezando por las mujeres”.   
   
Sin duda esa Diputada es el más claro exponente del estilo de oposición que impregna Tomás Gómez a su tarea, un estilo del que no le faltan alumnos aventajados en su propio Grupo, enfrascado, más allá de disputas internas, en una deriva radical mientras miran de reojo como IU crece a su costa.

Lo vivido aquellas semanas de otoño fue una infamia, una más del estilo socialista que cree que cualquier agitación institucional o callejera le puede dar votos. Por eso no quieren hablar de la legitimidad de las urnas, por eso no quieren esperar al veredicto ciudadano, creen que la calle es suya, que la razón es de su propiedad y se arrogan una representatividad que nunca los madrileños les han dado.

Están nerviosos, porque su alternativa no cuaja, porque les comen por la izquierda, o porque están más pendientes de hacerle la cama a Rubalcaba. El caso es que electoralmente me alegra que el Partido Socialista de Madrid ni esté ni se le espere. Pero como ciudadano y al mismo tiempo representante de los madrileños, me duele el nivel al que han caído.

¿Cuál será la siguiente?