En esta semana que ya ha pasado su ecuador, estamos observando como el importante debate económico de Zapatero y Rajoy es eclipsado por dos noticias que, nada tiene que ver, no guardan relación alguna pero sí tienen algo en común: relaciones de padres e hijos.
El vergonzoso episodio de Pozuelo está siendo objeto de un tenso debate en los medios. Un debate que se ha reactivado al conocer que la sentencia del juez es 3 meses sin “ir de farra”, poca cosa me parece a mí teniendo en cuenta, los disturbios, la quema de mobiliario urbano, las agresiones a policías, el asalto a una comisaría o el robos de una pistola (que dado el nivel etílico de quienes la habrán portado durante las 3 horas que estuvo “perdida”, supongo que habrán dejado huellas). Si un juez les pone de pena esos 3 meses sin juerga, ¿que les queda a los padres? ¿Por qué esa nimia multa? No creo que, como dice algún progre, sea porque son niños bien de Pozuelo, creo sinceramente que la sociedad no alcanza a encontrar el equilibrio entre la protección a los menores y los jóvenes y la necesaria exigencia de responsabilidades por sus actos. Ayer, constituimos la Comisión Nacional de Estudio del Menor en el seno del PP, con profesionales del sector y personas que tanto saben de este tema como Arturo Canalda o Pedro Nuñez Morgades, y todas estas cuestiones salieron a la luz. ¿Endurecer el Código Penal? ¿Más formación?
Yo sinceramente no alcanzo a comprender algunos comportamientos de jóvenes de una generación muy cercana a la mía. Puedo entender que a mis padres, les sorprendan cosas de la juventud actual porque hay 40 años de diferencia. Pero yo me sorprendo a mi mismo de ver actuaciones de veinteañeros que a mí ni se me pasaban por la cabeza. Hace dos noches, frente a la ventana de mi dormitorio, los servicios municipales estaban repintando los pasos de cebra y, tras marcharse, y estando húmeda la pintura, un grupo de chicas se dedico a pisar y a extender las líneas dejando sus huellas por el asfalto. No había provocación, ni policías que les sirvieran de excusa como acto de rebeldía… Era, sencillamente su manera de divertirse.
A menudo me pregunto si no es posible extender los popularizados “servicios a la comunidad de los americanos”. Poner a esas chicas a repintar los pasos de cebra de lunes a viernes a las 12 de la noche, o poner limpiar parques los fines de semana a las 8am a un grupo de chavales que tras su merecido “botellón”, dejan las litronas, los cristales, los calimochos y las bolsas de plástico en bancos y césped.
No se si preocuparse mas por los hijos es interferir en ellos (lo cual no es admisible en el Reino Zetapé), pero está claro que los padres tienen una gran responsabilidad en todas las conductas de sus hijos.
Pero para conductas de madres, la de la madre de Leire Pajín (lo que me ha costado hilar un tema con otros, jajaja) que con el resto de compañeros y apoyados en un trásfuga del PP, van a hacerse con la Alcaldía de Benidorm.
La historia, según el PSOE, es que la Dirección del PSOE les ha dicho que no lo hicieran, ellos han seguido “palante como los de Alicante” y, antes de que supuestamente el PSOE los eche, ellos han anunciado su baja del Partido. El PSOE está indignado… eso parece…
Ahora os cuento otra historia. Las Pajines –madre e hija- querían la moción de censura, porque no huelen poder en Alicante y eso les quema. Para la hija era un papelón, pero para la madre, de Benidorm de toda la vida, era la oportunidad de “tocar pelo”. Porque si realmente, la madre ha contravenido la orden de la hija, es que la hija no pinta ni manda un pimiento. Y si, como yo creo, esto tiene tufillo pajinesco, todo es un paripé que, como ha dicho Rajoy esta mañana se saldará con el perdón en las próximas Elecciones y la incorporación de la mayoría de dichos concejales, nuevamente, a las listas del PSOE. O ¿dejará Pajín hija a Pajín madre en el paro con la que está cayendo?
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