Ayer, con las propuestas de resolución, concluyo el Debate sobre el Estado de la Nación, y pasado el el mismo, no hace falta ahondar más en unas conclusiones en las que coincidió
la mayoría de ciudadanos.
Rajoy acudió con un relato
riguroso del país que se encontró, las medidas que ha ido adoptando y los
objetivos que se persiguen. Frente a eso, la nada. A nadie extrañará que
personalmente confíe en que las medidas del Gobierno tengan su efecto, y que
transcurrida la legislatura el balance sea positivo. Cuando llegue ese momento,
serán los ciudadanos los que evalúen nuestro comportamiento, el de todos, el del
Gobierno del PP y el de la oposición que “lidera” el PSOE (aunque dentro del
PSOE no la lidere nadie).
En este tiempo ya transcurrido,
se ha criticado que el PP hable de la herencia recibida. No es estrategia, ni
una excusa para tomar medidas. Pero no es posible explicar qué se hace y por
qué, si no se conoce realmente la situación de partida. El problema, es que desde el 21 de noviembre de 2011 el
PSOE ha pretendido contagiar a muchos ciudadanos de una amnesia política que ellos
parecen haber interiorizado. Y partiendo de esa amnesia, han rechazado todas, absolutamente
todas las medidas del Gobierno del PP desde el primer día. Nada es
responsabilidad suya, como si nunca hubieran gobernado.
Pero lo curioso es que, quienes
desde el primer día de Gobierno rechazaron todas las medidas y están hoy culpando a las
mismas de todos los males que asolan a España, tratarán de convencernos de
que cuando llegue la recuperación, no será gracias a dichas reformas sino el
“Espíritu Santo”. Al tiempo.
Leía el otro día un análisis del
debate que concluía más o menos así: Esta nueva fase de “medidas económicas no será la última. Vendrán más. El Gobierno no
puede permitirse que llegue la recuperación económica —que llegará algún día—
sin tener a mano un buen paquete de medidas a las que atribuirle el mérito”.
Parece que ya tienen el argumentario
preparado.
Saldremos de la crisis. Estoy
convencido que lo lograremos. Y desde el PSOE y sus altavoces mediáticos dirán
que ha sido el contexto internacional o los famosos ciclos. Ellos, que culpan a
la acción del primer año del Gobierno
del PP de la crisis que afectan a España desde 2008, querrán convencer a la
gente de que esas acciones nada tendrán que ver con la recuperación. Pretenden
hacernos creer que los gobiernos de países como el nuestro no tienen capacidad
para transformar las cosas. Todos sabemos que es falso. En economía la casualidad no existe, lo que existe es la causalidad.
Gobernaron hasta 1996 y dejaron
España como la dejaron. Tras 8 años de Gobierno del Partido Popular, sin duda
podía haber aspectos que los ciudadanos no compartieran, pero es indudable que
vivíamos en una España próspera, competitiva y con influencia internacional, no
se cuestionaba el crecimiento, ni nuestro sistema de bienestar social, de
hecho, entonces sí se hablaba de pleno empleo. Es más, cuando el PSOE recuperó el Gobierno
en 2004 reconocieron que no podían quejarse de la herencia recibida, y miren
como han dejado España tras 8 años de políticas socialistas.
¿De verdad pretenderán hacer
creer a la gente que son los ciclos? ¿Qué la política, las decisiones y los
modelos económicos no influyen? ¿Qué es ojeriza del destino que cada vez que
Gobierna el PSOE España se hunda? ¿Qué no tienen culpa alguna? No hay mejor
manera de confrontar proyectos políticos que analizar el resultado de los
mismos. Eso es lo que hacen los ciudadanos.
Recuerdan 1996, recuerdan 2004 y,
desde luego, tienen muy presente, como nos dejaron en 2011. Yo soy de los que
piensan que cuando llegue el momento de volver a compara resultados, los
ciudadanos, siendo los protagonistas de estas transformaciones, serán también
testigos de los logros que juntos hemos conseguido.
Pero sobre todo, serán los jueces
y su dictamen será inapelable.
2 comentarios:
El profesional de la politica piensa en resolver los problemas para llevar felicidad a los hombres y a las mujeres.
Muy buen artículo!
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