(Antes que nada. Acabo de terminar el artículo y soy consciente de que me he excedido en la extensión. Pido perdón de antemano, sobretodo a aquellos que me quieren y me recomiendan que sintetice) Vamos allá.
Mentiría si no dijera que todo lo que beneficie al Partido Popular desde un punto de vista electoral, es una buena noticia, siempre y cuando vaya igualmente en beneficio de los ciudadanos.
Tampoco quiero extenderme en una idea, fundamental en democracia, y que últimamente se escucha mucho en nuestra Región. Me refiero a la necesidad de una alternativa fuerte y consolidada que fomente el debate, la contraposición de proyectos y que fiscalice la acción del Gobierno.
Desgraciadamente, en Madrid (entiéndase siempre Comunidad y Ayuntamiento), carecemos de eso, de una alternativa seria, con un proyecto claro y unos liderazgos reconocidos. Y lejos de alegrarme por los beneficios electorales que eso pudiera reportarle al PP, me entristece bastante, y no por los motivos anteriormente expuestos, sino por algo mucho más grave y más serio. Las consecuencias de la falta de proyecto socialista en Madrid las están pagando todos los ciudadanos y las sufrimos los miembros del PP y nuestros dirigentes en Comunidad y Ayuntamiento.
Lo están pagando los ciudadanos porque se les hurta la posibilidad de comparar proyectos, de contrastar ideas y de ponderar la capacidad de sus dirigentes. Y digo esto con la seguridad de que si así fuera, los apoyos al PP no menguarían sino más bien todo lo contrario, ya que creo firmemente que nuestro proyecto de ciudad y Comunidad es el que más apoyos concita y el que refleja mejor las aspiraciones y demandas de los madrileños. Y si hubiera un proyecto alternativo con el que compararlo, el nuestro ganaría enteros.
Pero a parte de los ciudadanos, también lo sufren los Gobiernos del PP en Ayuntamiento y Comunidad. Y lo sufren porque la incapacidad del PSOE para ofrecer una alternativa al PP de manera responsable y comprometida, la suplen con ataques provenientes de las vísceras, insultos derivados del rencor y mentiras y excesos sólo entendibles desde el odio. Y claro, así es difícil construir una alternativa.
A falta de ideas y mientras sus cuadros esperan a que se les diga desde Ferraz qué dirigente se tendrá que enfrentar a Esperanza y Alberto, se dedican a “disparar” contra 45 cargos de la Comunidad por si cuela (fallecidos y cargos del PSOE incluidos), tratan de enturbiar la buena salud de nuestra sanidad o poner en duda la eficaz gestión de un Ayuntamiento que invierte en los madrileños cada euro que recauda (a diferencia de los impuestos que pagamos al Estado y que Zapatero invierte en otros sitios por sus compromisos políticos).
A falta de capacidad (política, intelectual o de acción) para ejercer la oposición, usan a los sindicatos (y sus liberados), a organizaciones “independientes” y a medios “neutrales” para aumentar los decibelios de la crispación y difamar como pocas veces se ha visto en democracia, al Alcalde de Madrid y, ya no digamos, a la Presidenta de la Comunidad de Madrid.
Por eso me duele la situación de la oposición en Madrid. Porque debido a su incapacidad para la oposición pero gran capacidad para el insulto, hay días que el clima es irrespirable, tengo que aguantar que una parte del sentir nacional nos reparta carnets de demócratas entre quienes no pensamos cómo ellos y siempre y cuando lo que tengamos que decir lo hagamos según sus premisas, nuestros dirigentes sufren ataques orquestados y preparados por un sector de la izquierda y de nuestra Presidenta... en fin… por menos de la décima parte de lo que se la ha dicho, feministas izquierdistas han montado manifestaciones, concentraciones y elevado su quejas a las más altas instancias. Pero es Esperanza Aguirre y además es del PP, así que todo vale.
En fin, creo que a pesar de todo, el PP podrá revalidar la confianza de los ciudadanos tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad. Porque creo que nuestro proyecto es el mejor para nuestra ciudad y Comunidad Autónoma, y porque concita el mayor número de apoyos. Sólo espero que ese proyecto tenga algo y alguien con sustancia contra lo que enfrentarlo, porque así, el proyecto popular será aún mejor valorado por los ciudadanos.
P.D. No había recaído en el artículo de David Pérez, nuestro Portavoz en la Asamblea de Madrid, que creo comparte una percepción similar. Os lo recomiendo.
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