He leído esta mañana que ésta era una semana de pasión política. No lo descarto. Pero me permito compartir con vosotros mi personal semana de pasión atlética. Sí. El próximo miércoles el Atleti juega la final de la Europa League (antigua Copa de la UEFA) frente al Fulham inglés, en Hamburgo. Y tengo la enorme fortuna de poder estar allí para verlo.
Que a día de hoy, el Atlético de Madrid sea el único equipo español que esta temporada puede ganar una competición europea es una gran noticia para este club, 24 años después de su última final y 48 después de haber ganado su último título europeo (Recopa 1962).
He de reconocer que vivo esta previa con intensidad y nerviosismo. Ser del Atleti es sinónimo de sufrimiento, de nervios y sobre todo de lograr lo imposible y “cagarla” cuando menos uno se lo espera. Pero espero que llegado el momento demos la talla, por todo lo pasado, por todo lo sufrido…
Pero somos el Atleti, y a esta hora mi sufrimiento (y supongo que el de muchos) no se basa en el difícil reto, ni en la incertidumbre ante el partido. No. Somos el Atleti “sufridores seguidores” y a esta hora nuestro sufrimiento tiene forma de “nube volcánica”. Tiene delito que 24 años después de nuestra última final, corra peligro el traslado de atléticos a Alemania por un hecho inédito en el espacio aéreo europeo.
En fin, espero que la nube se disipe, que lleguemos todos, que se celebre el partido y que nos traigamos el título. Mientras, como siempre, seguiremos sufriendo...
P.D. Trataré de mandar impresiones desde Hamburgo (si volamos jaja)
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