Ayer, PP y PSOE llegaron a un principio de acuerdo (que esperamos se haga extensible al resto de fuerzas políticas) para reducir los gastos electorales en las campañas. Si estamos en una crisis, los partidos debemos dar ejemplo y sin duda esta media contribuye a ahorrar un dinero y, del mismo modo, el Gobierno puede ver que, recortando un poco de diferentes partidas, al final se puede ahorrar bastante.
El resumen del acuerdo es, entre otras cuestiones, el siguiente:
- Reducir un 15% el techo de gasto de los partidos para una campaña, así como también en un 15% la subvención que reciben para gastar en campaña electoral. También reducir en un10% el gasto en mailing (envío de propaganda)
- Por otro lado, se equipara el límite de gasto en publicidad exterior y en publicidad en medios, quedando ambas en un 20% cada una del gasto total.
- Y finalmente, sólo se podrá gastar en publicidad durante los 15 días oficiales de campaña, eliminando los gastos publicitarios en precampaña. Desde que se convoquen elecciones hasta que no empiece la campaña ningún partido podrá hacer publicidad en medios o en vallas, ni siquiera considerándolo actividad ordinaria de los mismos.
En las pasadas Elecciones Generales, los partidos invertimos 41,6 millones de euros en gastos generales y 26 millones en mailing, lo que significa que estas medidas ahorrarían a las arcas del Estado casi 9 millones de euros. (Muchas cosas se pueden hacer con 9 millones de euros)
Hay opiniones que reclamaban un recorte aún mayor, incluso la eliminación de muchas de estas partidas. No lo comparto en absoluto y diré porqué.
En primer lugar porque todo el dinero que gasten los partidos en defender sus legítimos proyectos es invertir en más democracia, así lo creo. No recuerdo quien fue, pero leí un artículo de un dirigente del PSOE que decía que si a alguien le parecían caras nuestras democracias, que más cara es una dictadura. Los partidos están reconocidos constitucionalmente y son parte fundamental de nuestra democracia y del sistema de alternancia, y básicos para que los ciudadanos libremente puedan contrastar ideas, proyectos y liderazgos.
Y por otro lado, no podemos olvidar que todo el dinero que reciben los partidos en campaña revierte al 100% en la sociedad. Empresas de montaje, vallas publicitarias, técnicos, imprentas, transportistas, montadores… mucha gente ajena por completo a la política, tiene en los ingresos que le generan los partidos e instituciones su forma de ganarse el pan. Y si encima de lo que están pasando, eliminamos eso, pues flaco favor les hacíamos.
Lo mismo pasa con la publicidad en medios de comunicación. Todo el mundo sabe que los medios viven de la publicidad y que, la institucional o la de los partidos en una campaña es parte de sus ingresos. Y que son esos ingresos (de partidos, institucionales y publicidad en general) los que muchas veces sustentas esos medios, a sus técnicos y a sus periodistas. Por eso tampoco se puede y se debe, porque los medios cumplen igualmente una función importante en nuestra democracia, básica diría yo. Y si los partidos son fundamentales, no podría entenderse una democracia sin unos medios libres, viables e independientes.
En definitiva, que en esta época de crisis, todos debemos apretarnos el cinturón, y ayer, el acuerdo alcanzado es un ejemplo de austeridad y responsabilidad. Lo demás sinceramente me suena más a demagogia y a denostar a la clase política y a los partidos para tratar de legitimar otras cuestiones.
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