martes, 6 de julio de 2010

Washington: una capital viva

Si algo he sacado claro de mi visita a D.C. es que el sistema político norteamericano, no sólo se basa en el clásico balance e independencia de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) sino que realmente, los Padres Fundadores establecieron un sistema con 3 Gobiernos reales; 3 Gobiernos que se controlan entre ellos, dentro de la estricta independencia en el ejercicio de sus funciones. Dicen que los Presidentes norteamericanos se dan cuenta al llegar al poder y ven que un solo Senador (incluso de su propio partido) puede arruinarle una iniciativa. Es sólo una muestra de cuan limitado es el poder Presidencial y de la importancia que el Congreso (Senado y Cámara de Representantes) tiene.




Nuestra estancia en Washington coincidió con dos hechos reseñables: la muerte del Senador Byrd y la ronda de audiencias en el Senado para la confirmación de Elena Kagan a la Corte Suprema.







Robert Byrd era el líder más longevo en la historia del Congreso de EEUU, al completar 20.774 días de servicio en sus casi 57 años de carrera política y 92 de vida. Sobre todo era conocido por lidiar con cualquier Presidente para conseguir llevar a su Estado (West Virginia) todo aquello que se proponía. Ahí está uno de los motivos de la conmocción que ha causado entre sus vecinos y votantes, la muerte de un hombre que tenía más de 50 monumentos (edificos, placas etc) a su nombre. El perfil de este Senador demócrata demuestra lo míopes que podemos ser en Europa a la hora de analizar el bipartidismo americano:



  • Ante dos guerras no apoyadas por la población americana, apoyó la Guerra de Vietnam y se opuso a la Guerra de Irak.

  • Fue dirigente del grupo Ku Klux Klan, y se opuso a una ley de derechos civiles de 1964 y a la confirmación de Thurgood Marshall como el primer juez negro en el Tribunal Supremo estadounidense. Pero eso no impidió que a finales de los 70 apoyara la creación de un monumento al fallecido líder de los derechos civiles de los negros, Martin Luther King.





Elena Kagan ha sido sometida a un tercer grado en toda regla por los miebros del Partido Republicano pero teniendo por testigos a todo el pueblo americano (la cobertura a estos 3 días de audiencia para cambiar un miembro de la Corte Suprema supera cualquier crisis de Gobierno en España).



  • La controversia – que siempre la hay- viene de su capacitación. Obama (porque la nombra el Presidente pero debe ratificarlo el Senado) pone en valor que es una líder pionera, la primera mujer en servir como decana de la escuela de Derecho de Harvard, y una de las más queridas y con más éxito en la historia de esa universidad. Los Republicanos se escudan en que Kagan nunca ha sido juez, lo que rompe una tradicción de 40 años en los que el presidente de Estados Unidos siempre ha seleccionado a un candidato con experiencia en la judicatura.
En definitiva, Washington vibra, no para. Desde aquí se dirigen los designios de millones de americanos y se influye en el resto del mundo. Pero al mismo tiempo es una ciudad que te acoge, en la se respira, una ciudad habitable, que cuida al peaton, que “mima” sus zonas verdes. Me había hablado muy bien de esta ciudad, pero he comprobado con mis propios ojos que, a diferencia de lo que se pueda pensar, en una ciudad dominada por lo institucional, los burócratas y las oficialidades, es posible vivir en una ciudad amable, en una ciudad… viva.


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