lunes, 17 de enero de 2011

Un Consejero Autonómico del PSOE agredido brutalmente por ultraderechistas y neocon

Le han golpeado en diversas partes del cuerpo, y sobre todo en la cara, con un puño de hierro 'americano', provocándole el hundimiento severo de un pómulo y contusiones diversas. Según el parte médico emitido por el hospital, el consejero fue en el servicio de urgencias con fracturas múltiples que afectan a seno maxilar, arco cigomático y suelo de la órbita izquierda de su cara.

Quiero pedir perdón porque, afortunadamente, nadie ha agredido a ningún Consejero de un Gobierno del PSOE.

Desgraciadamente, el parte médico del párrafo anterior corresponde a Pedro Alberto Cruz, Consejero de Cultura del Gobierno de Murcia (PP). Y desgraciadamente, este ha sido el penúltimo capítulo de una escala de acoso y agitación antidemocrática que vienen sufriendo diferentes dirigentes del PP (en este caso de Murcia). Una escalada que nadie ha parado, que nadie ha vigilado y ante la que ningún responsable del Gobierno de España había actuado previamente.

Desconozco quien ha sido y los motivos que han llevado a 3 energúmenos a dar semejante paliza a un hombre, y me resisto a creer que un descontento ante cualquier normativa pueda llevar a alguien (por muy jaleado que sea) a tan primaria respuesta.

El “juego” con el título de este post viene a cuento del diferente tratamiento que se hace de estos hechos cuando el agredido es o no es de izquierdas. Puede repasar y recordar cualquier lamentable (y condenable) agresión a un dirigente de izquierdas.

Se trata de la misma ecuación en dos fases:

Primero: Silogismo de manual: Agredido de izquierdas=Agresor de derecha radical, ultraderechistas, fascistas, neocon ultras…

Segundo: Proceso deductivo: Estos agresores fascistas se alimentan del discurso radical de partidos como el PP.

Fácil ¿Verdad?

Ahora veamos el caso opuesto. Cuando el agredido no es de izquierdas (véase último ejemplo), en primer lugar no se etiquetan a los agresores (izquierda radical, izquierdistas…) y en segundo lugar se da plena cobertura del contexto como casi justificando la agresión.

Y no me refiero tanto al tratamiento que los medios de comunicación puedan darle (cada uno es libre de escribir y posicionarse como estime), sino al comportamiento solidario o de aprovechamiento que puedan ejercer el resto de partidos.

Yo no quiero leer que cuando un dirigente del PP es agredido, es debido a la estigmatización que haya inducido el PSOE o unos sindicatos agresivos con el PP y mansos con la izquierda. No. Porque no lo creo. Y por eso me rebelo ante esa deducción fácil, interesada y perversa según la cual (y mientras no se demuestre), el culpable de cualquier agresión a un dirigente de izquierdas, tiene nombre y apellidos en el otro flanco.

No voy a defender aquí cierta escalada en la que se ha sumido parte del Partido Republicano en EE.UU, ni tampoco voy a defender a un Presidente (Obama) que, a día de hoy, sigue sin dar respuesta a la confianza que millones de americanos depositaron en él hace 2 años, pero nuestro amigos del Atlántico nos pueden servir de ejemplo para este tema, con acontecimientos muy recientes.

El loco de Arizona que se lió a tiros hace unos días, sirvió aquí en España para que “los de siempre” tiraran de simplismo (aparte de desconocimiento) y rápidamente acusaran al movimiento Tea Party y por ende a todo el Partido Republicano de ser los inductores de esa masacre. Poco menos que han señalado a Sarah Palin (otra dirigente política a la que no voy a defender) como la autora intelectual de la misma.

Da igual la facilidad con la que en EEUU se accede a las armas, da igual que cada x años veamos masacres similares en colegios, sectas …, da igual que EEUU tenga un problema de cohesión social y racial que todos los Gobiernos están tratando de resolver desde hace décadas. Da igual.

Y les da igual que el mismísimo Obama haya realizado un discurso en el que lejos de fomentar la división o el odio, lejos del aprovechamiento político o la bajeza moral que supone sacar beneficio de una tragedia, lo que ha hecho Obama ha sido un llamamiento al consenso, a la recuperación de los valores morales y éticos para una sociedad en la que sí, debe haber debate y contraposición de ideas, pero una sociedad que no será mejor por la aniquilación del adversario.

“La pérdida de esta gente maravillosa debería hacer que cada uno de nosotros procure ser mejor en nuestra vida privada; ser mejores amigos y vecinos, colegas y padres. Y si, como se dijo en días recientes, estas muertes ayudan a llevar más moderación al debate político, recordemos que no es porque la simple falta de moderación fue causa de esta tragedia, no fue así, sino porque solo un debate público más honesto y moderado puede ayudarnos a enfrentar nuestros desafíos como nación de la manera en que ellos se sentirían orgullosos”

Texto del discurso del presidente Barack Obama, pronunciado el 12 de enero de 2011 en el Centro Mc Kale, de la Universidad de Arizona, en Tucson, en la ceremonia realizada en honor de la congresista Gabrielle Giffords y todas las víctimas del ataque del sábado 8 de enero de 2011. El discurso íntegro aquí.

1 comentario:

Alejandro Estrada. dijo...

Ayer escuche a un hombre muy mayor, +-85, decir algo que me dejo pensativo, el hablaba con una señora si no de la misma edad aun mayor, y le decía con respecto a la agresión contra el cargo publico murciano “está empezando a pasar lo mismo que en el 36’, esto no puede acabar de otra manera que no sea un enfrentamiento” me llamo la atención la frase, al darme cuenta que el señor tenia colgada en su solapa la insignia de CC.OO, lo que invalida la tesis de que el mismo fuese un hombre de derechas ni nada por el estilo. Si hasta los que son del otro bando se dan cuenta a donde va esto, entonces no andamos desencaminados al creer que este país se está hundiendo en una mierda y un profundo marasmo, al que ha ido a parar de manos del PSOE.