lunes, 9 de noviembre de 2009

Falacias de la izquierda sobre la Caída del Muro

Escribir sobre la Caída del Muro de Berlín no es demasiado difícil. Lo complicado es sintetizar para un Blog, o reducir a unas meras conclusiones lo que podrían ser párrafos y párrafos de reflexiones. Por ello, en vez de teorizar sobre la importancia de tan magnífico hecho, me propongo compartir contigo algunas reflexiones a la luz de lo que estoy leyendo, oyendo y viendo estos días.

1º El Muro no se cayó, lo tiraron. Parece como si se hablara del 9 de noviembre, como cuando cae un meteorito por no se qué causas y, de manera fortuita, cae aquí o allí. El Muro cayó sí, pero por la presión y el esfuerzo de quienes defendía la libertad y de un pueblo harto de la utopía social-comunista.

2º Puede parecer que sí, pero no. La izquierda no derribó el Muro. Uno se pone a leer especiales y ver documentales ad hoc y, al ver como la izquierda actual celebra esa fecha, parece que hubiera sido un logro suyo. Es la misma izquierda que defendía las políticas de la URSS, que viajaba a ver a sus amigos de la RDA y que hoy, habla con deleznable tibieza sobre uno de los últimos bastiones de lo que aquello significaba: Cuba.

3º Los hitos históricos se acompañan del nombre de sus protagonistas. Sin duda alguna, el principal protagonista de aquello fue el pueblo, en su sentido más noble. Pero si hablamos de liderazgos políticos por justicia histórica debemos nombrar a: Thatcher, Reagan y Juan Pablo II. La izquierda política y mediática habla del Alcalde de entonces, de algunos líderes de izquierda, de Kohl (que no le quito su papel) y etc. Pero en cambio silencia, cuando no trata de ensuciar, el nombre de quienes por su voluntad democrática, empuje y compromiso con la libertad, pusieron todos los esfuerzos para derribar ese muro – no a martillazos, sino con la palabra-. Pero claro, un Papa Católico, un Dama de Hierro y un exactor de Hollywood son demasiado para el progresismo de hoy.

4º La más significativa pregunta que, hoy, habría que hacerles a los ciudadanos que vivían al otro lado es: ¿Preferirían estar hoy como entonces? Ahora resulta que el liberalismo y la democracia, según algunas encuestas publicadas no es lo que esperaban y que los ciudadanos sienten cierta desafección ante sus expectativas de entonces. Yo personalmente prefiero una democracia imperfecta a la más perfecta de las dictaduras. Y estoy convencido que la mayoría de los ciudadanos del Este Europeo también. Y lo que ellos saben perfectamente es que entonces, quienes impulsaron y apoyaron su causa fueron, el imperialismo yanki, un Papa Católico y una Señorona de un país euroescéptico. Mientras, la UE, nuestra UE (de 15 entonces) asistía atónita a todos estos acontecimientos.


En el año 2005, por un programa de FAES con la Fundación Konrad Adenauer, tuve la oportunidad de conocer Berlín y parte de su historia. Éste es un pequeño recuerdo:



1 comentario:

Mario Bilbao dijo...

Giovanni Sartori, titular de la cátedra Albert Schweitzer de la Universidad de Columbia de Nueva York y profesor emérito de la Universidad de Florencia, narra la caída del Muro de Berlín y sus consecuencias en Tormenta de ideas