He hablado alguna vez en el blog sobre la incoherencia política de la izquierda al criticar la política educativa de la Comunidad de Madrid. Hoy he podido ver en los medios de comunicación, los resultados de la Prueba de Conocimientos y Destrezas Indispensables (CDI) de Madrid y sorprende como la izquierda y sus medios tratan de tergiversar la realidad.
Los resultados son varios. Hay datos que invitan a la confianza y otros que deben hacer reflexionar para mejorar la educación de las nuevas generaciones en Madrid, una cuestión vital para el desarrollo de esta Comunidad.
Pero hay quienes, enfrascados en esa demagógica batalla de defensa de lo público, presentan el resultado como un ataque a los colegios públicos en beneficio de concertados y privados. Leo en un medio crítico con la Presidenta “Aguirre suspende a los colegios públicos. Aprueba el 57% de centros oficiales, el 80% de los concertados y el 94% de los privados”.
Los resultados son varios. Hay datos que invitan a la confianza y otros que deben hacer reflexionar para mejorar la educación de las nuevas generaciones en Madrid, una cuestión vital para el desarrollo de esta Comunidad.
Pero hay quienes, enfrascados en esa demagógica batalla de defensa de lo público, presentan el resultado como un ataque a los colegios públicos en beneficio de concertados y privados. Leo en un medio crítico con la Presidenta “Aguirre suspende a los colegios públicos. Aprueba el 57% de centros oficiales, el 80% de los concertados y el 94% de los privados”.
En lo que no incide la noticia, es en el hecho de que sólo hay cinco privados entre los 20 mejores colegios del ránking de la Comunidad, que son 11 los colegios públicos y 5 los privados con las mejores notas en la prueba de nivel de 6º de Primaria.
Tampoco se dice que de los 1.208 centros que se sometieron a la prueba, con un total de 53.072 alumnos, los once mejores resultados -con puntuaciones superiores a 30 sobre 40- se dieron en colegios públicos.
Ni que en los municipios donde los padres pueden elegir el tipo de centro la escuela pública obtenía mejores resultados, lo que demuestra que es de calidad y no solo compite, sino que a veces mejora, la concertada y la privada.
O que en Getafe, con tantos centros públicos como privados, obtenga la mejor nota el público "Ortiz de Echagüe", con un 50% de alumnado inmigrante.
Al margen de las críticas a esta Prueba (cuestión que ya se trató en este blog), sorprende el incisivo "Aguirre suspende". Aquí quien suspende son los alumnos y los colegios y, al carecer la prueba de cualquier otra intención que la valoración objetiva del nivel de conocimiento de los alumnos, se entiende que se publiquen los datos y que todos reflexionen sobre ellos: la Comunidad, los centros, los profesores, los alumnos y los padres.
¿Deben ser conscientes los profesores y director de un colegio, que su centro está por debajo de la media? Quizá hay razones objetivas para ese dato que se desconocen, quizá hay un problema, pero debe saberse el motivo y de no hacerse la prueba ni siquiera se hablaría de ello.
¿Tienen unos padres el derecho a saber si su hijo está en un colegio cuyos alumnos han pasado la prueba, y tener la tranquilidad que ello conlleva? ¿O saber si su hijo o su colegio, ha suspendido o está por debajo de la media, así como interesarse por los motivos?
Está claro que puede haber varias formas de entender el tema de la educación.
Sin duda, una es el adoctrinamiento y el igualitarismo pero de mínimos. Y otra es la de apostar por el esfuerzo, por los padres como protagonistas de la educación de los hijos y por la transparencia en el conocimiento de la situación de cada centro. El PP apuesta por la segunda, y estoy convencido que –independientemente de que sus hijos suspendan o aprueben- las familias madrileñas están satisfechas con el hecho de que se evalúe los conocimientos de sus hijos.
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