
Tras las primeras impresiones en caliente sobre el debate, toca algo de reflexión. Trato de ordenar las ideas en mi cabeza al mismo tiempo que observo la “batalla” mediática sobre el debate.
Los “palmeros” gubernamentales –oficiales y oficiosos- llevan desde el medio día de ayer tratando de extender una idea: La crisis es un ente venido del más allá, que se ha llevado cerca de 2 millones de empleos, que la solución es responsabilidad de todos y que el principal culpable si no se arregla es el PP
(Hoy en Cadena Ser, Elena Valenciano nos ha mostrado el argumentarlo al más puro estilo chavista
Debate en Cadena SER entre Elena Valenciano y González Pons
Desde que por fin admitió la crisis, no ha admitido ni una propuesta del PP (por cierto, para aquellos que siguen sin querer leerlas y así ignorarlas, aquí van algunas de las que Rajoy propuso ayer), mientras que el PP ha apoyado todo aquello que consideraba positivo.
Es cierto que el PP ha rechazado y no ha apoyado muchas medidas. Los Presupuestos Generales, el aumento del agosto público ¿deberíamos haberlo hecho? ¿Deberíamos haber apoyado unos presupuestos que tras 2 meses ya no valen? ¿Deberíamos habar aplaudido un aumento del gasto público que un mes después pretenden reducir?
Para salir de esta crisis, el Pacto no es la solución per se, si ese Pacto no contiene las medidas que España necesita. No se trata de imponer, sino de constatar que las medidas aplicadas hasta ahora (parches y rectificaciones incluidas) no han servido, por lo que… ¿porqué no probar las que el PP propone?
Mi conclusión de este debate es que cada uno debe asumir sus responsabilidades.
El Gobierno debe gobernar. Todo lo que ha querido aprobar lo ha aprobado –con pactos y prebendas con otros grupos- sin necesidad de acordarlo con el PP. Y desde luego, criticar a este Gobierno no es criticar a España (más chavismo).
El PP debe consolidar su alternativa. Si hubiéramos ganado las Elecciones, tomaríamos medidas. Como estamos en la oposición, criticamos o apoyamos lo que el Gobierno propone, y, desde la humildad presentamos propuestas que el Gobierno siempre rechaza.
El resto del arco parlamentario está ante una gran responsabilidad. No se trata de una moción de censura en mi opinión. Y a veces tengo la impresión de que quienes más la piden, son los mismos que tras perderla (porque se perdería) irían a degüello contra el que la presenta. Es este Presidente del Gobierno el que ha perdido la confianza de los ciudadanos, de las empresas, de los organismos internacionales. Todos ellos confían y valoran España, de lo que desconfían es de su Gobierno. Y por tanto, es este Presidente quien debería someterse a una cuestión de confianza y ver si tiene algún apoyo más que el de los suyos. Y es en este contexto donde el resto de grupos debe retratarse: los que con su abstención le invistieron, los que con su voto le apoyaron los presupuestos y otras medidas ineficaces y los que, ante unas Elecciones en Cataluña, pretenden representar la moderación ocupando a centralidad y la supuesta responsabilidad de Estado.
De ayer me quedo con esta frase de Mariano Rajoy: "¿Para qué valen sus planes y sus anuncios? Cada vez que viene a esta Cámara las cosas van peor". No es España la que crea desconfianza sino usted que no sabe ni cómo llevar la economía".