Acabo de conocer la noticia del abandono de Eduardo Zaplana de su escaño en el Congreso tras ser nombrado Delegado de Telefónica para España. Me parece bien que responsables políticos que ya han pasado por diferentes responsabilidades, opten por cambiar de registro hacia el sector privado donde sus conocimientos pueden aportar valor añadido. Un dirigente político, ministro o Presidente, que ha gestionado miles y miles de millones de euros tiene capacidad para gestionar lo privado – y viceversa- .
Por eso me sorprende la reacción de otro de esos políticos que tras su paso por diferentes responsabilidades, sigue en el pie del cañón otra legislatura. Hablo de Alfonso Guerra, el cual ha declarado que Zaplana “como otros conservadores” ha utilizado la política para ganar “statuts” y ahora ha escogido “el camino de hacer dinero”. Sorprendente ¿no? La primera cuestión que me sobreviene es ¿No será que a Alfonso Guerra no lo quieren en ninguna empresa? Y la segunda es ¿Qué es mejor? ¿Dedicarse a lo público y luego dar el salto a lo privado o enriquecerse desde lo público? Porque de esto último sabe mucho Guerra y su familia. Pero es que si repasamos algunos episodios de excargos socialistas, esa máxima del inefable Guerra sobre los conservadores se cae por su propio peso. A bote pronto recuerdo:
El Grupo Prisa en 2001 nombra presidente del Consejo de Administración del Grupo Estructura, Grupo de Estudios Económicos SA, que edita el diario económico Cinco Días, a Carlos Solchaga, ex ministro socialista de Economía y Hacienda.
Como en 2005 el ex ministro socialista Javier Gómez Navarro es nombrado presidente de las Cámaras de Comercio.
También se supo de los negocios con Freixenet del último Ministro de Agricultura del PSOE en el 96. El presidente de la compañía vinícola, Josep Lluís Bonet, participó en una bodega en Tarragona junto al ex ministro de Agricultura del último Gobierno socialista, Luis Atienza, y junto a su director general de Política Agraria, Josep Puixeu, según constaba en el Registro Mercantil de Tarragona. Quizá es importante recordar que Atienza era el ministro de Agricultura del último Gobierno del PSOE y, por lo tanto, era titular del Ministerio cuando estalló la guerra del cava, el conflicto comercial que surgió cuando Codorníu acusó a Freixenet de comercializar cava irregular.
No hace tanto que Javier de Paz fue nombrado Presidente de Mercasa, empresa de la que ya fue vicepresidente. El que fuera secretario general de las Juventudes Socialistas y director general de Comercio Interior, se pasó a la empresa privada al apearse el PSOE del poder en el 96. Sin duda su estrecha amistad con el matrimonio Rodriguez Zapatero -eran vecinos en Las Rozas y el matrimonio De Paz se encargó de hacer más agradable la llegada a Madrid del recien elegido secretario general del PSOE y su familia.
Y qué decir de las más que conocidas vinculaciones del ExPresidente González con un empresario mexicano.
En términos generales, entre los más de 50 ex ministros socialistas, la actividad que más triunfa es la empresa privada. De hecho, según una noticia que leí hace poco, 11 ex trabajan en este sector. Solchaga es ahora socio de seis empresas, entre las que destaca una que tiene a medias con otro antiguo alto cargo de la Administración socialista de los 80, José Recio, con quien posee una sociedad de consultoría y asesoramiento que ha realizado múltiples trabajos para empresas del tamaño de Telefónica o Repsol, tanto en España como en Iberoamérica. Otro ex ministro de Economía de aquella época, Miguel Boyer, nunca pensó en volver a la política tras su discusión con Felipe González que le costó el puesto un 2 de julio de 1985. Dos semanas después ya fue nombrado presidente del Banco Exterior y desde entonces ha peregrinado por presidencias y vicepresidencias de empresas como CLH (la antigua Campsa) o FCC (la constructora de las Koplowitz. De ese peregrinaje por empresas también es un experto el ex ministro socialista Luis Carlos Croissier, quien tras pasar por la presidencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) compatibilizó la vicepresidencia de Adolfo Domínguez y un puesto en el consejo de Jazztel como actividades más relevantes. Claudio Aranzadi, otro ex ministro de Industria socialista, es consejero de la multinacional cristalera Saint Gobain desde octubre de 1997, es decir, desde muy poco después de que el PSOE perdiera las elecciones de 1996. Joan Majó, que también ocupó la cartera de Industria en la etapa de gobiernos socialistas, no perdió nunca su vinculación con las instituciones europeas y fue presidente del Information Society Forum, organismo de la Comisión Europea con sede en Bruselas. Además, era director general de la radiotelevisión pública catalana y ha pasado antes por la presidencia de Olivetti España, así como por la vicepresidencia de La Seda. A medias entre la política y la empresa se encuentran los ex miembros de gobiernos del PSOE Javier Gómez Navarro y Narcís Serra. El primero, tras salir de la Administración en 1996, montó una consultora (MBD), que ha tenido como principal cliente a la multinacional holandesa Ahold, ha sido presidente de Aldeasa y del Consejo Superior de Cámaras de Comercio. Narcís Serra, por su parte, fue nombrado presidente de La Caixa de Catalunya, en la que la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona tienen una parte importante del poder de decisión.
Basten estos ejemplos para explicarle al Señor Guerra que lo de dejar la política para irse al mundo privado no es coto de nadie y quizá, los mayores expertos en “Colocaciones S.A.” son los socialistas. Lo cual puede ser legítimo perfectamente. Lo que no es legítimo, y conviene que lo recuerde este exdirigenete al que ninguna empresa llama “para hacer dinero” es, precisamente hacer dinero cuando se gestiona lo público. Le recordaré algunas al Sr. Guerra.
A finales de 1989, su hermano, sí, su hermano ¿lo recuerda?. Hablamos del hermano del entonces vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra, Juan Guerra, fue contratado por el PSOE para trabajar en un despacho oficial de la Delegación del Gobierno en Andalucía en calidad de asistente de su hermano. El despacho era utilizado para actividades diferentes a las asignadas y Juan Guerra fue juzgado por los presuntos delitos de cohecho, fraude fiscal, prevaricación, malversación de fondos y usurpación de funciones.
En 1995, la juez Encarna Jiménez le condenó por delito fiscal a dos penas de un año de prisión menor cada una y a pagar 92 millones de ptas. FILESA: el escándalo estalla el 29 de mayo de 1991, cuando algunos medios de comunicación acusan al PSOE de financiación irregular a través de las empresas FILESA, MALESA y Time Export. Entre 1988 y 1990 estas sociedades cobraron importantes cantidades de dinero en concepto de estudios de asesoramiento para destacados bancos y empresas de primera línea que nunca llegaron a realizarse. Entre las personas vinculadas a estas operaciones se encontraban el diputado socialista por Barcelona, Carlos Navarro, y el responsable de finanzas del PSOE, Guillermo Galeote.
Osakidetza: en las oposiciones al Servicio Vasco de salud de 1990, cuando la cartera de Sanidad estaba dirigida por el PSE, se detectó un "cambiazo masivo" de exámenes, lo que obligó a repetir gran parte de las pruebas, a las que se habían presentado cerca de 50.000 aspirantes. El objetivo del fraude era doble: beneficios a numerosos opositores de un determinado ámbito político y sindical -PSOE y UGT- e instalar un grupo de personas afines a este partido en posiciones con capacidad de control efectivo sobre el funcionamiento de la red sanitaria pública. Por su presunta relación con este caso fueron detenidos Pedro Pérez, director de gestión económica de Osakidetza, y otras tres personas militantes del PSOE.
Caso AVE: otra financiacion irregular del PSOE mediante el cobro de comisiones ilegales en la adjudicación del tren de Alta Velocidad Madrid-Sevilla, en la que se encuentran imputados casi una decena de personas. El sumario fue desglosado de la trama "FILESA" por el Tribunal Supremo, al deducir que "eventualmente" podría haber otras vías de financiación ilegal del PSOE.
EXPO`92: el Tribunal de Cuentas detecta unas pérdidas de 35.000 millones de ptas. en la gestión de la Exposición Universal celebrada en Sevilla en 1992, en vez de los 18.000 millones de beneficios declarados por sus responsables. El juez Baltasar Garzon imputa a ocho ex-responsables y directivos de la Expo-92 por presuntos delitos de malversación, falsedad y apropiación indebida, entre los que cabe destacar el ex-responsable de FILESA, Luis Olivero Capellades, el abogado Isidoro Garces y el ex-presidente de la Exposición, Jacinto Pellón. Caso Roldán: el ex-director general de la Guardia Civil, Luis Roldán había amasado un enorme patrimonio fruto de sus irregularidades como director del Instituto Armado.
De verdad señor Guerra, es costumbre de persona bien educada - como yo me considero- guardar cierto respeto hacia las personas mayores. Pero éstas, usted, también deben ganarselo dado que su experiencia les otorga una responsabilidad mayor en el arte de elegir bien las palabras.
2 comentarios:
Debería estar prohibido que un Sr. estuviera más de 2 legislaturas en cualquier cargo, o subes o a casita. Lógicamente una vez llegado a lo más alto (Presidente del país) 2 legislaturas y a casita también, se acabaría con mucha de la corrupción existente. Lo del hermanísimo es una vergüenza, un Sr. que lleva comiendo de todos nosotros desde que se instauro la ¿democracia?.
Una pena que se vaya Eduardo.... una pena, mucha gente siente que viene una decada cruda para el PP, y si los valores que tienen se las piran, la gente se desmoraliza.
ZP, aunque no ns guste estuvo perfecto y muy suelto ayer... ays!
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