Porque en Euskadi sí y en el conjunto de España no

Llevo un par de días escuchando desde diversos sectores de la izquierda (política y mediática), -los más decepcionados con el acuerdo PSE-PP en Euskadi, en detrimento de un pacto PNV-PSOE- que si han llegado a un acuerdo en el País Vasco, debería haber un pacto en el conjunto del Estado ante esta situación de crisis. No es lo mismo, no tiene nada que ver, y las situaciones son diferentes.

Vivimos en una democracia consolidada, con fallos sí, pero prefiero mil fallos de nuestra democracia a otros regímenes. Y uno de esos fallos ha sido los 30 años interrumpidos de gobierno nacionalista en Euskadi, un nacionalismo que compartía –en muchos casos- los mismos fines que los terroristas y que, por acción u omisión, han apoyado, alentado y justificado esta lacra de la democracia española. Por primera vez, podemos poner fin a esto, y eso, más que nada, a pesar de importantes diferencias, a pesar de lo que unos y otros nos hemos dicho, nos une al PSOE en Euskadi (y sobre todo porque en nuestro equipaje compartidos llevamos demasiado dolor, sufrimiento, daño, angustia y muerte) El PSOE en estos últimos 5 años ha cometido errores importantes en la lucha contra ETA: la negociación política con ETA y el altavoz que supuso llevar este tema al Parlamento Europeo fueron sin duda los más sonados. Pero parece que el PSOE ha rectificado, bienvenido sea, y que hay voluntad de aceptar algunas premisas que el PP considera imprescindibles: libertad, fin a la discriminación por el euskera, una policía cuyos responsables políticos no limiten su actuación, y un compromiso de centrarse en las cuestiones importantes (crisis, paro, etc) en vez de en temas identitarios.

En el conjunto de España, el problema es otro. Tenemos un Gobierno en estado de shock; con la mitad del Gabinete más “messing” que “Perdidos”, con un Presidente que su última ocurrencia es endeudarse hasta las cejas (no las suyas, sino endeudar a las familias españolas), con una VicePresidenta que, aparte de estar en la picota por haber podido cometer una fraude escandaloso en las elecciones de 2008, se dedica a vetar las iniciativas del PP para que no se debatan en el Parlamento.

Y mientras el Partido Popular ha presentado iniciativas, paquetes de medias y una alternativa a esta parálisis. Pero al PSOE no le interesa, no quiere dar una imagen de necesidad de que el PP puede ayudarle a salir de esta situación. Se nos dice que “arrimemos el hombro”, cuando lo que se nos está pidiendo realmente es “silencio y carta blanca a las ocurrencias de Zapatero” y así, ni Pacto, ni Solución a un problema serio que afecta a España.