
La Convención Nacional del PP se ha convertido en un órgano muy importante en la vida del PP. De su celebración siempre se pueden sacar lecturas internas y externas, y en esta ocasión no iba a ser menos.
En primer lugar, parece que al PSOE le ha escocido el éxito organizativo y político de esta Convención. Obviamente, no son momentos de fiesta, con un país que sufre la peor crisis económica conocida y cuando casi 5 millones de personas no tienen trabajo. Pero parece ser que tanto el PSOE como sus afines pretendían que transmitiéramos una imagen de tristeza y desolación, vamos como cuando se reúne Zapatero con sus pretorianos o sus barones en Ferraz. Y no me digan que lo que transmiten es responsabilidad ante la situación actual, cuando en gran medida esta situación es causa de sus irresponsabilidades. No. Lo que trasmiten es cansancio, falta de ideas, agotamiento de proyecto y carencia total de liderazgo.
(Por cierto, si no critican la Convención, lo que hacen es enturbiar sus resultados, y se sacan nuevos refritos para manchar la imagen de líderes de nuestro partido).
Lo que los ciudadanos han podido ver este fin de semana, ha sido una alternativa consolidada y en la que pueden confiar. Si había gestos de alegría y satisfacción era porque nuestros dirigentes y nuestro partido no pueden sino estar satisfecho por el respaldo, creciente, que cada día nos muestran los ciudadanos. Porque frente a un PSOE en estado de shock, sin proyecto y sin líder, lo que los ciudadanos ven es un partido unido y cohesionado, un proyecto conocido basado en la experiencia de los Gobiernos de Aznar (los 8 de mayor prosperidad en España) y un liderazgo claro, el de Mariano Rajoy.
Por eso me rebelo contra los que hablan de euforia en la Convención porque no fue así. Sí hubo unión, sí hubo cohesión, sí hubo satisfacción y confianza. Pero lo que salió de Sevilla fue una gran responsabilidad. La responsabilidad de dar respuesta y justificar esa confianza mayoritaria que los españoles quieren depositar en el PP.
Tenemos una meta, pero esa meta no son las Elecciones de Mayo o las Generales cuando se convoquen. Esas Elecciones son el medio para lograr que las propuestas del PP sean aplicadas en Ayuntamientos, CCAA y, finalmente, desde el Gobierno de España.
Podría seguir escribiendo para acallar otras falsedades; como que queremos re centralizar España, que no creemos en las Autonomías, que haremos más recortes sociales que Zapatero… en fin. Creo que es mejor que saquéis vuestras conclusiones de la lectura de dos grandes discursos, el de Aznar en la apertura y con el que cerró Mariano Rajoy la Convención Nacional. Un discurso de Estado, cargado de responsabilidad, asumiendo los retos que tiene por delante y con un claro mensaje. La sociedad española puede confiar.