jueves, 19 de mayo de 2011

Yo SÍ creo en nuestra democracia

Asisto interesado, concienciado, pero no menos perplejo a los movimientos y pronunciamientos de estos días que se resumen en los denominados #15m y #democraciarealya.

Con mis 35 años me puedo sentir identificado con algunas de las proclamas de su manifiesto (que puede consultarse en su web). Desde 1978 la sociedad ha cambiado y evolucionado, y cuando las democracias se estabilizan, los ciudadanos tienen derecho a ser más reivindicativos para mejorar la calidad de la misma, participar de una manera más activa en política y exigir a los políticos mayor cercanía e identificación con los problemas de la gente.

Pero eso es una cosa y otra poner en duda la calidad de nuestra democracia. Sólo el nombre del movimiento a mí me echa para atrás ¿Democracia Real? ¿Qué significa? Tenemos una verdadera democracia, una democracia totalmente consolidada que ha costado mucho construir tras décadas de dictadura, es más, sólo el hecho de poder exponer estas demandas públicamente da cuenta de la diferencia entre ésta época y aquellos años negros, y aunque sólo fuera por eso, merece la pena defenderla y ponerla en valor.

¿Qué las nuevas formas de comunicación y las redes sociales pueden ser un instrumento para mejorar e incrementar la comunicación entre gobernados y gobernantes? No seré yo (con Blog, twitter y facebook) quien lo ponga en duda. Pero eso es una cosa, y otra muy diferente es que miles de tweets o unas acampadas puedan tener la más legitimidad que el voto libre de millones de ciudadanos que en estos momentos asisten perplejos a estos movimientos.

Y luego hay otro factor que en las últimas horas está adquiriendo sospechosa relevancia. Nuestra democracia y nuestros políticos quizá sean diferentes (que no significa peor o mejor) que a comienzos de los 80, pero desde luego nuestra democracia no ha cambiado mucho en 8 años. Lo que quiero decir es que sorprende que sea en este preciso momento, al final de una campaña electoral, y tras 7 años de Gobierno socialista agotado y con todas las de perder la confianza mayoritaria, cuando se ponga en duda el valor, la vigencia y la fortaleza de nuestra democracia.

Mucha de la gente joven acampada en Sol o en otras ciudades españolas, seguramente estarán entre ese 43% de jóvenes que quieren trabajar y no pueden, o son gente que debería estar estudiando para los exámenes de junio pero quizá, con el futuro oscuro que hay, entienden que esta protesta es más importante que acabar su carrera. De ser así, el culpable no es la clase política ni el sistema, el culpable es un Gobierno que no ha sabido gestionar la mayor crisis que hemos padecido y que va a dejar un país arruinado y a unas generaciones hipotecadas y sin perspectivas de futuro.

Con ello no pretendo re-dirigir este movimiento contra el PSOE. Creo que la gente es suficientemente inteligente como para no dejarse engañar. Pero no por ello es menos denunciable el rastrero intento de algunas fuerzas políticas de tratar de reorientarlo a su favor. Que partidos minoritarios pretendan identificarse con ellos, para así lograr una movilización que no consiguen con su propio proyecto político ya sería criticable, pero que el PSOE no se dé por aludido por una muestra de insatisfacción total, que se produce ahora, tras 7 años de sus políticas, o pretenda instrumentalizarlo a favor propio con consignas en plan “estamos con vosotros” parece un intento desesperado de un partido descabezado y sin proyecto.

Queda un día y medio de campaña electoral. Sí, UN DÍA Y MEDIO. El sábado es jornada de reflexión y ni los partidos, ni las personas, ni organizaciones, ni ONG ni ningún tipo de movimiento, pueden llevar a cabo acciones orientadas a influir en la decisión de los 35 millones de españoles que tienen derecho a votar el domingo. Ese es el día. Y la mejor manera de demostrar que un voto es más que un simple voto es juntándolos todos y apostar por quienes mejor defiendan los intereses de los ciudadanos, y ofrezcan confianza e ilusión en el futuro.

1 comentario:

Ismael Peña-López dijo...

"la mejor manera de demostrar que un voto es más que un simple voto es juntándolos todos y apostar por quienes mejor defiendan los intereses de los ciudadanos, y ofrezcan confianza e ilusión en el futuro"...

...que no es ninguno de los partidos que se presentan.

ESA es la cuestión.