miércoles, 2 de abril de 2008

Premios ante al ignominia

Me estoy acordando en estos momentos del trato que, tanto Mariano Rajoy como María San Gil, recibieron por parte de los dirigentes del PSOE, cuando acudieron a mostrar sus respetos en Mondragón ante el cuerpo de Isaías Carrasco. Estoy recordando, como Patxi López les organizó una encerrona (que dudo tarden en olvidar y/o perdonar) para poder ponerse chulo aquella noche, ante unos dirigentes que sólo quería mostrar sus respetos a la familia y al PSE, al margen de todas las distancias existentes durante la pasada legislatura en un tema como la lucha contra el terrorismo.

Me acuerdo hoy, un día después de que Joseba Egibar justificara la negativa del PNV a secundar la moción de censura que el PSE de Mondragón proponía para despojar del Gobierno municipal a ANV, por haberse negado a condenar el asesinato de Isaías Carrasco. Un día después de que la dirección del PNV, el EBB con Urkullu a la cabeza, así como la portavoz del Gobierno vasco respaldara a Egibar.


Escribo esto pocas horas después de oir a dirigentes del PSE-PSOE indignándose por esta decisión, mostrando su enfado y afirmando que este asunto dificultará las relaciones futuras.


Y me acuerdo hoy, un día después de que el PSOE facilitara un puesto al PNV en la Mesa del Congreso (que no le corresponde por votos) y le prestara 6 senadores para que pudiera tener grupo propio (es decir, más dinero) en la Cámara Alta.


Creo que el PSOE debe ser más exigente con el PNV. Desde poco antes de la campaña electoral el PSOE ha cambiado su discurso en el tema terrorista, vuelven hablar de “lucha contra”, de “ser implacables”, de “poner todos los medios para acabar con ellos”… Es exactamente lo mismo que decíamos nosotros en el Gobierno, y lo mismo que le exigíamos durante estos años de negociación política mientras nos insultaban, nos arrinconaban y nos menospreciaban. Ahora, para ser coherentes, sus hechos deben ser tan exigentes como sus palabras. Y espero que esos dirigentes, algunos sorprendentemente jóvenes, (que a veces parecen más comprensivos con ese nacionalismo radical que con quienes han compartido funerales), esos dirigentes, exijan a sus jefes de filas rigor y determinación para tomar una decisión que es entendible en todos estos años de lucha contra el terrorismo: o se está con los verdugos o se está con las víctimas.


Siempre se ha dicho que vivimos en una sociedad muy compleja, y que no todo en la vida es blanco o negro… que hay tonalidades. Pues yo creo que hay temas que no permiten matices y si el PSOE pretende enderezar su rumbo en algunas cuestiones, debería empezar por esta. Que ANV siga dirigiendo ese ayuntamiento es una ignominia y si el PNV se presta a ello, es su responsabilidad. Premiarles con puestos en el Congreso y Senado, no creo que sea la mejor de las respuestas.

2 comentarios:

Ignacio dijo...

Es que al final habeis caido en la ceremonia de la confusión y habeis arrastrado a todos, militantes y votantes: claridad, y menos miedo.
Sigue en pie el cafe en Valencia.

Anónimo dijo...

El PSOE no es un partido democrático y no queréis reconocerlo. Ahora, el partido tiene una ocasión única de democratizarse y como dice Ignacio dejar de tener miedo. Soy de derechas de toda la vida y no tengo porque avergonzarme de nada. Nos leeremos.