lunes, 29 de noviembre de 2010

Las elecciones catalanas llegaron a su fin (y con ellas el del tripartito, el del PSC...) y comienza el camino del cambio en España.

Es el momento de hacer balance de unas Elecciones que sin duda trascienden la política catalana. Pero cuando uno ha tenido el privilegio de participar y colaborar tan estrechamente en la campaña de nuestros compañeros del PPC, las valoraciones y conclusiones saltan de lo personal a lo político, de lo reflexivo a lo visceral.

Los periódicos están llenos de análisis de resultados por lo que poco puedo añadir a unos hechos clarísimos y que se resumen en que el Tripartito había muerto antes de comenzar la campaña electoral; el PSC se lleva la mayor derrota de su historia en Cataluña; los catalanes han votado por el cambio que representa CiU; y el PP logra un resultado histórico, recuperando la 3ª plaza y obteniendo 18 diputados.

Y a vuela pluma, desde anoche, no me quito una serie de ideas. (Al margen de que UPyD o Monserrat Nebrera estén en Cataluña al nivel o por debajo de Carmen de Mairena)

  • Sin duda CiU se ha beneficiado del hastío del Tripartito y los datos ponen de manifiesto cómo esa voluntad de cambio hizo que CiU captara votos de todo el espectro electoral catalán.
  • Además de ERC como gran derrotado, la debacle tiene un nombre, PSC, y un apellido, Zapatero. Años tratando de ser más nacionalista que nadie, han terminando desdibujando el proyecto socialista y han puesto de manifiesto, que unirse a partidos pequeños y radicales, con tal de tocar poder tiene consecuencias. Hoy es Cataluña, pero me estoy acordando de Cantabria –donde su apoyo a Revilla les ha llevado a ser tercera fuerza- o en Baleares.
  • Y llego al PP de Cataluña. He podido constatar lo difícil que es hacer política en Cataluña con las siglas del PP para nuestros compañeros. Ser catalán y tener una idea de Cataluña diferente a la del status quo dominante, (sin que ello signifique querer menos a tu tierra) no ha sido fácil.

Tener que aguantar los insultos, los intentos de aislamiento político, cuando no el menosprecio, por el hecho de querer compartir un futuro democrático dentro de la España constitucional, debe haber sido frustrante en algunos momentos.

Esta ha sido una magnifica campaña del PPC, en la que no han hecho sino seguir el trabajo que venían realizando: centrarse en los problemas de Cataluña, mientras otros creaban problemas a los catalanes embarcándolos en estériles debates identitarios.

Y por hablar de la crisis y de crear empleo se les llamaba antipatriotas.Y por denunciar la inseguridad ciudadana, alarmistas. Por apostar por la libertad, el bilingüismo y denunciar las imposiciones, anticatalanes, y si hablaban de la inmigración ilegal, poco menos que racistas o xenófobos.

Pero estas elecciones marcan un antes y un después para el PPC. Este proyecto político tiene espacio, reconocimiento y capacidad de crecimiento en Cataluña. Y este resultado no sólo es debido a las caídas de algunos contendientes cómo algunos se empeñan en enfatizar. No. El PP ha sobrepasado los 380.000 votos, son 60.000 más que hace 4 años, en unas Elecciones con mayor participación que entonces. El PPC consiguió movilizar a parte de su electorado de Generales, y atraer a nuevos votantes provenientes de otras formaciones.

En la cena-mítin de cierre el viernes por la noche, un compañero del PPC (de esos a los que han dado estopa de lo lindo) me decía que un resultado como este callaría muchas bocas en Cataluña. Sobre todo la de los que viven envueltos en la senyera y llamando anticatalanes a los populares, son los mismos que hoy representan a muchíiisimos menos catalanes que el Partido Popular.

En fin, sin duda la campaña catalana ha sido toda una experiencia que nunca olvidaré y de la que guardo imborrables recuerdos. Pero lo que me he traído y ya formará parte de mi manera de entender Cataluña es el “seny i la rauxa” catalana.

P.D. Por cierto, que el verdadero xenófobo de estas elecciones, el partido de Anglada, obtuvo 75.000 votos y nos tuvo en vilo al principio del recuento hasta que pasado el 20% despareció del reparto de escaños. Me resisto a creer que 75.000 personas comulgan en Cataluña con las ideas de esa formación. Pero estoy convencido de que la mayoría de catalanes entienden que una inmigración sin legalidad, sin orden ni control es un problema. Y si el nuevo Gobierno en Cataluña, (y en el resto de España) no lo entiende así, y hace como el Tripartito y el PSC, es decir, esconder los problemas de la inmigración ilegal bajo el paraguas de un falso progresismo solidario, seguirán alimentando el discurso extremo de formaciones como ésta.

1 comentario:

Ismael Peña-López dijo...

Hola Alfonso,

Ante todo, la enhorabuena por los resultados, sin duda muy buenos para la formación que defiendes :)

Estamos de acuerdo que el perdedor tiene dos nombres (Zapatero y ERC), y estamos de acuerdo también que el hecho de que el PPC pase por delante de la suma del voto independentista es un aviso a los navegantes más escorados en el nacionalismo catalán.

Sin embargo, creo que no hay que perder de vista que los votos que han salido del PSC han ido en dos sentidos opuestos.

El primero, hacia el PPC, que quiere un partido más españolista en Catalunya de lo que el PSC ofrecía ahora.

El otro, hacia CiU, que quiere precisamente lo contrario. Además, este CiU que ahora gana es mucho más catalanista que el de hace unos años, bastante más centrado tanto en el eje derecha-izquierda como en el eje españolismo-catalanismo.

Así pues, si bien es en mi opinión correcto afirmar que el PPC (y con él el españolismo) representa a más catalanes de lo que se creía, también es cierto que Catalunya, en general, ha amanecido hoy mucho más catalanista que ayer.

No en vano, los votos que se le escapan a ERC van en parte a CiU pero también a Solidaritat per la Independència, de signo mucho más marcado que ERC.

i.